viernes, 10 de junio de 2016

CONCLUSIÓN.

En conclusión los beneficios de la globalización casi siempre superan a los perjuicios, pero hay perjuicios y  para contrarrestarlos, se necesitan instituciones adecuadas. Cuando las empresas de capital extranjero causan contaminación en los países en desarrollo, la solución no es impedir la inversión extranjera o cerrar esas empresas, sino diseñar soluciones puntuales y sobre todo organizar la sociedad, con ministerios, normas medioambientales y un aparato judicial eficaz que las imponga.
México se inserta en la globalización mediante una nueva modalidad de desarrollo, basada en las exportaciones industriales y la inversión extranjera directa como elementos dinamizadores del crecimiento, a partir de un marco regulatorio sustentado en la libre importación temporal para la reexportación y el tipo de cambio sobrevaluado, el cual propicia una organización industrial en la cual la industria externa se prolonga espacialmente en el territorio nacional, pero dentro de una lógica de integración externa, en detrimento de la integración de cadenas productivas locales, el direccionamiento de la producción hacia el mercado interno, la incorporación de empresas locales y las potencialidades endógenas de desarrollo. México está en condiciones de pobreza está a punto de que estalle otra revolución, debido a que nosotros los mexicanos sufrimos de una pobreza, inseguridad, injusticia  y desempleo tan grande;  tal es el ejemplo de la problemática que están pasando los maestros de que el gobierno quiere privatizar las escuelas sin pensar cuantos niños y jóvenes se quedaran sin educación para ser alguien en la vida más adelante. Opinamos que debemos de dar un alto a tanta corrupción en México en la forma de gobernar y no seguir estancados en el mismo hoyo que se viene arrastrando desde hace muchos años; debemos de ser un México libre de deudas y levantarse.  


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