viernes, 10 de junio de 2016

INTRODUCCIÓN

Hace poco más de un siglo que Carlos Marx predijo el derrumbamiento del capitalismo y su sustitución por el Socialismo por razones económicas y hace aproximadamente medio siglo, Shumpeter anunció también el derrumbamiento del Capitalismo por causas fundamentalmente sicológicas en la medida que la evolución del sistema mina las instituciones que lo apoyan, perdiendo el Capitalismo ese caparazón protector y terminando por sucumbir.
El capitalismo o economía de mercado ha estado a lo largo de este siglo, por lo menos dos veces al borde del abismo, en los años 30 con el desempleo masivo generado por la gran depresión y en los años 70 golpeado por los vendavales de la crisis energética, la crisis monetaria y la crisis de la deuda externa.
En estas dos ocasiones el modelo vigente, en el análisis económico parecía no ofrecer formula alguna salvadora de los problemas básicos que cada crisis hacía aflorar. La gran depresión puso de manifiesto que los mercados no alcanzaban su equilibrio automáticamente y que el mercado no era un mecanismo autorregulado que asegurase, en todo momento, los niveles necesarios de crecimiento y empleo.
En los 70 la rápida y continua subida de los precios del petróleo reveló que las excesivas adherencias del capitalismo mixto, caracterizado por una presencia muy activa de los gobiernos en la vida económica, frenaban, innecesariamente, las transformaciones requeridas por la nueva situación.
Pero el sistema Capitalista no sucumbió, simplemente se transformó. Precisamente porque es un sistema flexible, que permite múltiples adaptaciones a los choques más diversos en la medida en que la descentralización de decisiones, acelera los cambios y da paso a una nueva configuración. Más aún su correspondiente superestructura política (la Democracia Burguesa) es un sistema crítico, compensador que pese a todos sus inconvenientes termina por revelar las debilidades de la estructura económica y presiona los cambios. El Capitalismo no ha sucumbido a pesar de que múltiples veces se ha anunciado su hecatombe y a pesar de que muchas voces repetidamente han proclamado desde diferentes puntos la proximidad de su funeral.

Mientras tanto es el Socialismo el que parece sumido en un profundo coma y el que aceleradamente ha ido descubriendo desde 1989, que su estructura económica y política se resquebraja irremediablemente. El derrumbe del muro de Berlín en 1989 marca el inicio de su más profunda crisis y la caída del estado centralizado en la URSS y Europa Oriental su final. Y qué nos deparará la China y Cuba en sus retozos con la economía de mercado. Y claro los grandes problemas socioeconómicos que México a enfrentado antes de la revolución mexicana. En este presente trabajo trataremos de explicar como México y el mundo entero están en condiciones de vida económica social muy bajas y cuáles fueron las ocasiones que México está en estos problemas que vivimos en la actualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario