INTRODUCCIÓN
Hace
poco más de un siglo que Carlos Marx predijo el derrumbamiento del capitalismo y su sustitución por el Socialismo por razones económicas y hace
aproximadamente medio siglo, Shumpeter anunció también el derrumbamiento del
Capitalismo por causas fundamentalmente sicológicas en la medida que la
evolución del sistema mina las instituciones que lo apoyan, perdiendo el
Capitalismo ese caparazón protector y terminando por sucumbir.
El
capitalismo o economía de mercado ha estado a lo largo de este siglo, por lo
menos dos veces al borde del abismo, en los años 30 con el desempleo masivo
generado por la gran depresión y en los años 70 golpeado por los vendavales de
la crisis energética, la crisis monetaria y la crisis de la deuda externa.
En
estas dos ocasiones el modelo vigente, en el análisis económico parecía no
ofrecer formula alguna salvadora de los problemas básicos que cada crisis hacía
aflorar. La gran depresión puso de manifiesto que los mercados no alcanzaban su
equilibrio automáticamente y que el mercado no era un mecanismo autorregulado
que asegurase, en todo momento, los niveles necesarios de crecimiento y empleo.
En
los 70 la rápida y continua subida de los precios del petróleo reveló que las
excesivas adherencias del capitalismo mixto, caracterizado por una presencia
muy activa de los gobiernos en la vida económica, frenaban, innecesariamente,
las transformaciones requeridas por la nueva situación.
Pero
el sistema Capitalista no sucumbió, simplemente se transformó. Precisamente
porque es un sistema flexible, que permite múltiples adaptaciones a los choques
más diversos en la medida en que la descentralización de decisiones, acelera
los cambios y da paso a una nueva configuración. Más aún su correspondiente
superestructura política (la Democracia Burguesa) es un sistema crítico,
compensador que pese a todos sus inconvenientes termina por revelar las
debilidades de la estructura económica y presiona los cambios. El Capitalismo
no ha sucumbido a pesar de que múltiples veces se ha anunciado su hecatombe y a
pesar de que muchas voces repetidamente han proclamado desde diferentes puntos
la proximidad de su funeral.
Mientras
tanto es el Socialismo el que parece sumido en un profundo coma y el que
aceleradamente ha ido descubriendo desde 1989, que su estructura económica y
política se resquebraja irremediablemente. El derrumbe del muro de Berlín en
1989 marca el inicio de su más profunda crisis y la caída del estado
centralizado en la URSS y Europa Oriental su final. Y qué nos deparará la China
y Cuba en sus retozos con la economía de mercado. Y claro los grandes problemas
socioeconómicos que México a enfrentado antes de la revolución mexicana. En
este presente trabajo trataremos de explicar como México y el mundo entero están
en condiciones de vida económica social muy bajas y cuáles fueron las ocasiones
que México está en estos problemas que vivimos en la actualidad.
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